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Los pain points son las dificultades o necesidades no resueltas que enfrentan los clientes al interactuar con una marca. Detectarlos permite mejorar la experiencia del usuario, generar confianza y posicionarse como una opción más empática frente a la competencia.

Una línea basal es el punto de partida de un estudio, utilizado como referencia antes de aplicar cualquier intervención. Sirve para comparar resultados y medir cambios de forma objetiva, asegurando que los efectos observados sean atribuibles a la acción realizada y no a otros factores.

El muestreo es una técnica que selecciona un subconjunto representativo de una población para obtener resultados válidos de manera eficiente y económica. Un muestreo adecuado asegura precisión y evita sesgos que puedan afectar las decisiones.

El método Van Westendorp es una técnica que identifica el rango de precios ideal para un producto. Mediante cuatro preguntas clave, permite determinar el precio óptimo según la percepción del consumidor, ayudando a equilibrar valor y costo en las estrategias de mercado.

El Central Location Test (CLT) es una técnica de investigación que evalúa productos o conceptos en un entorno controlado. Reúne participantes en un espacio específico para obtener opiniones directas y comparables, siendo ideal para pruebas sensoriales y análisis de prototipos.

La investigación primaria recopila datos originales a través de encuestas y entrevistas, mientras que la investigación secundaria analiza datos existentes de informes y estudios previos. Ambas son cruciales para comprender el mercado.

La investigación científica es un proceso sistemático que busca conocimientos a través de la observación y la experimentación, formulando hipótesis y analizando datos. En el ámbito de mercados, mejora la precisión de los hallazgos y apoya decisiones estratégicas.