Conocer los hábitos de consumo reales de las personas no siempre es tan simple como preguntarles qué compran. Muchas veces, las respuestas están influenciadas por la memoria, la percepción o lo que creen que deberían decir. Por eso, existen técnicas que permiten observar el comportamiento de forma más directa y precisa, como el Pantry Check.
Un Pantry Check es la revisión in situ de los productos almacenados en la despensa, el refrigerador o la alacena de un hogar. Esta técnica permite conocer no solo lo que compran, sino también lo que realmente usan, lo que guardan y cuánto de cada producto tienen disponible.
En este artículo te explicamos cómo funciona el Pantry Check, por qué es tan valioso para entender hábitos de compra y consumo, y cómo puede ayudarte a tomar decisiones más acertadas si trabajas en investigación de mercados o desarrollo de productos.
¿Qué es el Pantry Check y en qué consiste?
El Pantry Check es una técnica de investigación que se centra en observar directamente los productos almacenados en el hogar de los consumidores, como en la despensa, el refrigerador o la alacena. A diferencia de métodos basados en encuestas o entrevistas, esta técnica permite recolectar información tangible sobre lo que las personas realmente compran, consumen y almacenan.
Durante el ejercicio, el investigador revisa físicamente los espacios de almacenamiento y toma nota de aspectos clave como marcas, cantidades, fechas de caducidad, frecuencia de reposición y presencia de productos poco comunes o recurrentes. También puede incluir una conversación con el participante para entender por qué están esos productos ahí, si forman parte de su rutina o si fueron compras ocasionales.
Este enfoque proporciona datos muy valiosos para las marcas y empresas, ya que revela comportamientos reales, preferencias auténticas y patrones de consumo que muchas veces no se expresan de forma consciente. Por eso, el Pantry Check se ha consolidado como una herramienta muy útil en estudios de mercado centrados en productos de consumo.
¿Por qué es útil para conocer hábitos de consumo reales?
El Pantry Check es especialmente útil para conocer hábitos de consumo reales porque permite observar directamente el comportamiento del consumidor en su entorno natural, sin depender únicamente de lo que dice o recuerda. Muchas veces, las personas pueden omitir, exagerar o confundir ciertos detalles al hablar sobre sus compras o su rutina de consumo. Esta técnica elimina ese margen de error al basarse en evidencia concreta.
Al revisar lo que hay en la despensa o el refrigerador, es posible identificar patrones como marcas preferidas, frecuencia de reposición, tamaño de los productos, variedad de presentaciones y hasta artículos que fueron comprados, pero no utilizados. Todo esto ayuda a entender no solo lo que compran, sino cómo lo consumen y qué lugar ocupa en su día a día.
Además, el Pantry Check permite detectar diferencias entre lo declarado y lo observado, lo cual es muy valioso para ajustar estrategias de marketing, posicionamiento y desarrollo de productos. Ver lo que realmente hay en casa ofrece una visión más auténtica de los hábitos, lo que ayuda a tomar decisiones mejor informadas y más alineadas con la realidad del comportamiento del consumidor.
¿Cómo se lleva a cabo un estudio de Pantry Check?
Un estudio de Pantry Check se lleva a cabo siguiendo una serie de pasos que buscan obtener una visión clara y detallada de los hábitos de consumo reales de los participantes. Aquí te explico cómo suele desarrollarse este proceso:
- Selección de participantes: Se elige un grupo representativo del público objetivo, que refleje los perfiles de consumidores que se quieren estudiar. Esto puede incluir diferentes edades, estilos de vida, ubicaciones geográficas, entre otros.
- Coordinación y consentimiento: Se contacta a los participantes para explicarles el objetivo del estudio y solicitar su consentimiento para realizar la revisión de sus despensas o alacenas. La confianza es clave, ya que se trata de entrar en un espacio personal.
- Visita o sesión virtual: El investigador visita el hogar del participante o, en algunos casos, realiza la revisión vía videollamada. Durante este tiempo, se inspeccionan los productos almacenados en despensas, refrigeradores, alacenas o cualquier espacio donde guarden alimentos y productos relacionados.
- Registro detallado: Se documenta cuidadosamente la información relevante: marcas, cantidades, fechas de caducidad, tipos de productos, frecuencia de uso, y cualquier otro dato que aporte contexto. Se pueden tomar fotografías o notas.
- Entrevista complementaria: Para entender mejor los motivos detrás de las elecciones de productos, se suelen hacer preguntas adicionales al participante. Esto ayuda a conocer hábitos de compra, preferencias, usos y razones para mantener ciertos productos.
- Análisis de datos: Con el análisis de datos toda la información recolectada se examina con el fin de descubrir patrones, tendencias y posibles oportunidades. De este análisis surgen insights precisos sobre cómo se comporta el consumidor.
Este proceso hace que el Pantry Check sea una herramienta muy valiosa para obtener datos concretos y profundos, más allá de lo que se puede lograr con encuestas tradicionales.
Conclusión
El Pantry Check es una técnica poderosa para comprender el comportamiento del consumidor desde una perspectiva real y sin filtros. Al observar directamente lo que las personas tienen en sus hogares, se obtiene información precisa sobre sus hábitos, preferencias y rutinas de consumo, lo cual es clave para tomar decisiones más acertadas en el desarrollo de productos, estrategias de marketing o posicionamiento de marca.
Esta metodología va más allá de lo que la gente dice: muestra lo que realmente hace. Y en un mercado tan cambiante como el actual, contar con datos auténticos marca la diferencia entre suponer y acertar.
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